“29 AÑOS COMPARTIENDO EL

DESEO DEL CORAZON DE LA VIRGEN:

LA VERDADERA CONVERSION”

https://vimeo.com/230879755 

¡Cuánto amor nos tiene Jesús!, para compartirnos a su Madre para una tarea tan importante y trascendental para la humanidad como es la CONVERSION del mundo entero.

Reflexionando sobre los tiempos que estamos atravesando como humanidad, no es difícil entender por qué María esté tan presente entre nosotros, ya que Ella como Madre ve con preocupación que estamos sumidos en la confusión y cada día más alejados del corazón de su Hijo Jesús.

Con una actitud característica de una Madre misericordiosa e intercesora por excelencia… , nos anima a regresar al camino de Dios.  la Virgen María, con su corazón lleno de amor y en él,  el deseo ardiente, que la humanidad haga lo que su Hijo Jesús, Nuestro Dios dice, que la humanidad se encamine al reino de Dios indistintamente de raza, credo y estado del alma, hacia la Salvación.

Han sido 29 años de gracia y bendición, que a través del amor de Nuestra Madre han dado muchos frutos de conversión en la vida de muchas personas.  Ese amor y la vida de compromiso en la iglesia a través de la Asociación de fieles María Madre Guardiana de la Fe, se extiende sobre el mundo compartiendo su espiritualidad, formación en la fe, vida sacramental, vida comprometida en el servicio en la  iglesia y compromiso de llevar a las almas  a la  práctica de las obras de misericordia al prójimo con el mismo amor como si de Jesús mismo se tratara. La Asociación de Fieles María Madre Guardiana de la Fe, comparte el inmenso regalo recibido en la ciudad de Cuenca-Ecuador, a los hermanos de todas partes del mundo: hombres, mujeres, niños y jóvenes quienes van transformando sus vidas para dar gloria a Dios y formar hoy una gran familia de fe y vida de comunidad.

El deseo del corazón de Nuestra Madre, La Virgen María, es la verdadera conversión.  Como Madre jamás se cansara de guiar a este camino de salvación a sus hijos.  Como Madre conducirá en las distintas circunstancias de la vida, conociendo el peligro que se ve atentada la fe, en el relativismo actual, la indiferencia a las cosas de Dios, fruto del materialismo, el egocentrismo, la nueva era, entre tantas tristes realidades que atravesamos en estos tiempos, que nos debilitan la fe y endurecen el corazón, produciendo un alejamiento de Dios y posiblemente la perdición… Negamos muchas veces a Dios, mientras que El en su infinita Misericordia, sólo desea nuestra salvación.

Hay tantos testimonios a través de la intercesión de María  Madre Guardiana de la Fe, que dan fe de que su esfuerzo sí da fruto abundante: en almas alejadas de la Iglesia, personas cargando una cruz en la enfermedad, otros luchando con vicios, matrimonios sufriendo infidelidad y distanciamiento, muchos otros casos difíciles que recibieron la gracia de transformar sus vidas.

Dios, en su infinita sabiduría y amor desmedido por nosotros, nos concede la presencia y cercanía de nuestra Madre para guiarnos y protegernos,  ya que una madre como María es capaz de penetrar el  corazón más herido, de quebrar el corazón más endurecido, con paciencia y amor toca las fibras más íntimas del corazón del hombre….  Ella inunda nuestras almas con la luz divina, sin mirar circunstancias, ni el pecado de sus hijos, no discrimina… nos llama a todos por igual.  Esa luz de la consciencia, llega a nosotros para poder despertar,  reconocer tanto mal disfrazado, los años de vivir en la obscuridad y la ignorancia.

María Madre Guardiana de la Fe es la morada de toda la gracia del Espíritu Santo, nos lleva a la conversión, nos enseña a vivir en obediencia al Padre y a nuestra Santa Iglesia, profundizando en la Palabra, para que así podamos comprenderla, guardarla, cumplirla y sobretodo compartirla. Nos lleva a vivir una vida de oración, sacrificio y misericordia.  Nos alienta a participar de una vida Sacramental plena.  ¡Cuánto amor!

Que el «Sí» amoroso e incondicional de María se grabe profundamente en nuestros corazones. Que su ejemplo de obediencia y generosidad sea el faro que guíe e ilumine nuestras vidas.  Ella santifica y encamina nuestros pensamientos, purifica nuestro espíritu, nos ayuda a dominar las pasiones, nos corrige nuestras faltas y caídas. ¡Dejémonos conquistar por Ella!  Confiemos como niños que nuestra Madre sólo busca nuestra felicidad, ¡la eterna!

Festejemos con María estos 29 años de gracia y de amor, agradeciendo con el corazón que haya puesto sus ojos sobre nuestra pequeñez. Pidamos también que seamos capaces de devolver este honor de tenerla tan cerca, y que respondamos por medio de nuestro Si y testimonio personal de cambio de vida,  fruto de haber recibido su llamado y respondido con prontitud a refugiarnos dentro de su inmaculado corazón y el de su Hijo Jesús.

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TESTIMONIO DE CONVERSION

Si bien he sido criada en una familia católica, estar cerca de Dios ha sido por temporadas o ante necesidades. Si bien uno cree que “vive bien, feliz ”, caí en un sin fin de ofensas a Dios, conscientes e inconscientes.

La conversión es un proceso que dura toda la vida, era consciente que casi todo estaba mal,  quería buscar a Dios en mi, me di cuenta que muchas veces sentía que no podía, simplemente, rezar.

No puedo explicar o a que atribuirle, inicialmente fui cambiando, mis pensamientos, mi vestir, mi sensualidad se vio aparentemente calmando. Mucho pesaba en mí, la ruptura de mi hogar y de alguna modo mi nueva unión. Realmente, hoy por hoy, siento y creo que se fue el Espíritu Santo que fue trabajando, como decir, a espaldas mío, con este paulatino y sutil cambio que se iba dando en mi. Cabe recalcar que no consideraba al Espíritu Santo, no sabía quien era realmente.

Deje de trabajar y por un lado agradecía a Dios la oportunidad de poder tener el tiempo para dedicarme a ser mamá, por otro lado maldecía el hecho de alejarme de todo lo mundano, éxito profesional, dinero, viajes, frivolidades.

Sabía que necesitaba hacer algo, que necesitaba paz y que no podía sola. Me llevaron un día al cenáculo de MMGDF, se abrió una dimensión desconocida, rezar el rosario me dejo llena de oportunidad, de paz, de luz, sentía que algo pasaba ahí y era lo que quería. La que salió de ahí ese día ya sentía que por ahí había un camino al cual debía de seguir.

Con sólo un día a la semana, paso unos meses y me enfríe, recuerdo que un día de enero en el cenáculo me dolió el tema de la excomunión a los divorciados sin embargo a partir de ahí deje de comulgar, no iba seguido a misa, pero cuando iba tenia una fuerte necesidad de hacerlo, temblaba y me emocionaba. Tenía una gran necesidad de Cristo en mi.

A medida que iba rezando el rosario, ya algunas veces en casa también, iba dándome cuenta de muchas cosas que estuvieron y estaban mal en mi vida, ya estaba consciente de que mis actos y  mis pensamientos ofendían directamente a Jesús y a Nuestra Madre.

Hablaron del retiro en marzo, al cual me apunte y me respondieron que no había cupo, en oración con nuestra madre entendí que no me consideraba aún preparada para tener esta experiencia con ella, que lo aceptaba y que ella me lo haría saber cuando era merecedora de participar de este retiro que sentía que marcaría una nueva etapa de mi vida, lo que me asustaba por lo que sería, en hecho, una aceptación a un nuevo y serio compromiso con Jesús y con Nuestra Madre.

Tiempo muy cercano a la fecha del retiro recibo una llamada de que se abría un cupo para mi, apenas pude agradecer, colgué. Mi cuerpo calló de rodillas al suelo totalmente emocionada y llorando no paraba de decir gracias a la Virgen María, Nuestra Madre, porque me sentí muy amada y con cierto temor a lo que me invitaban a comprometerme, algo que no se puede describir muy fácil con palabras.

En el retiro sentí más que nunca el fuerte dolor de no recibir la eucaristía y más aún saberme muy pecadora, poca cosa y nada merecedora de recibir a Jesús, Nuestro Señor hecho Sacramento.

Una serie de enseñanzas fueron haciendo que vea uno a uno mis pecados y ofensas pasadas, las que no paran hasta hoy, sin embargo más hace que te comprometas con la entrega al compromiso de seguir a Jesús con la ayuda de Nuestra Madre.

Se cree imposible ir a misa diario, visitar el Santísimo, rezar el rosario diario, amar y ver a los demás con el corazón, ir superando el rencor, la pereza, la sensualidad y demás vicios que nos corrompen y terminan por alejarnos de Dios.

Fiorella Dolci

Lima Peru

 


 

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